¡Voilà! Un humilde veterano de vodevil en el papel de víctima y villano por vicisitudes del destino, vestigio de la valerosa visión de una extinta vejación redivida y he hecho voto de vencer el vil veneno de víboras y velar contra los violentos viciosos y la violación de la voluntad. El único
veredicto es venganza, y no en vano, pues la valía y veracidad de ésta un día revindicará al vigilante y al virtuoso.